Hemos avanzado muchísimo en independencia y libertad de ser y actuar. En esa lucha por desembarazarnos de esquemas rígidos y opresores, paradójicamente nos encontramos con que al asumir individualmente la responsabilidad de nuestros actos tenemos un sentimiento de inestabilidad ya que han desaparecido los patrones y certezas a los cuales anclábamos nuestra existencia
Se puede decir que nos gusta ser libres, y que ser libres nos hace sentir inseguros y vulnerables.
Antes nos podíamos sentir frustrados por encontrarnos  atrapados en estructuras sólidas que impedían que desarrolláramos toda nuestra capacidad creativa e imaginativa, donde atender nuestras necesidades  estaba por detrás del orden moral y social. Es normal que pudieran aflorar neurosis asociadas a la represión , a la frustración.
Ahora es más habitual encontrarnos neurosis relacionadas con el miedo. La libertad nos cede la responsabilidad, nos da la soberanía sobre nuestras vidas, y entonces aparece el miedo a no hacerlo bien, a fracasar.
Paradójicamente, toda la evolución humana que nos ha permitido pasar de un estado salvaje y vulnerable  a una sociedad organizada , protectora, solidaria,  y sofisticada, a través de estructuras sólidas y moral controladas, está dando paso por el propio movimiento dialéctico a un debilitamiento de los esquemas rígidos y, por tanto, de las seguridades y confort que proporcionaban, acercándonos en cierto modo a un individualismo «salvaje». De preservar las necesidades sociales, a la atención a las necesidades individuales.
El propio desarrollo tecnológico , que nos ha llevado a la la «globalización», unido a un nuevo modelo relacional donde priman la libertad de ser y de elección, pueden volver a hacer sentir la soledad del ser humano , en su individualidad y vulnerabilidad, en un bosque tecnológico que se ha convertido el mundo actual.
El movimiento hace que todo sea más leve, las instituciones, las relaciones, todo se relativiza a la temporalidad y a la utilidad del momento. De las necesidades sociales, a las necesidades individuales.
Las tensiones entre existencia segura  y existencia  libre  marcan las grandes contradicciones del hombre moderno.
En esta línea, me parece muy ilustrativo el análisis que hace Adolfo Vásquez Rocca sobre el libro de Zygmunt Bauman «Modernidad líquida».
Modernidad Líquida.Zygmunt Bauman

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