..La música está presente en mi vida, en esta página, en todo lo que hago hay una canción..ella habla de mi, allí donde no son capaces de llegar mis palabras..allí donde ni siquiera sé  imaginarme..

Música y emociones

La acción de la música sobre la respuesta emotiva de una persona, la podemos usar como una herramienta positiva para el beneficio de las personas, empleando la música como objeto de intervención que permita la estimulación de procesos cognitivos, la mejora o conciencia de estados emocionales, el tratamiento de problemas psíquicos, la intervención sobre la autoestima, entre otros, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas y grupos.
Esta comprobado con técnicas de diagnóstico por la imagen que las estructuras cerebrales que procesan las emociones son equivalentes a las que procesan la música, lo cual explica la relación directa que existe entre ambas. Cuando escuchamos música que nos gusta, se activan determinadas sustancias químicas en nuestro organismo que actúan sobre el sistema nervioso central. 
El oído es nuestro sentido más emocionalmente poderoso, quien nos proporciona la mayor fuente de emociones. . El feto, a partir del quinto mes de gestación, reacciona a los estímulos musicales, a la vez que es muy sensible a los sentimientos que la música provoca en la madre. Mediante la voz y el canto podemos transmitir sensaciones de paz y tranquilidad, de alegría y felicidad, pero también de rabia y odio. Su impacto perdura e influye en nosotros, más de lo que nos creemos, por la carga emocional que transmiten.
 La explicación del por qué la música puede evocar emociones diferentes se puede abordar desde dos enfoques distintos: cognitivo y emotivo.
1.Desde el enfoque cognitivo, las emociones producidas por la música dependen directamente de las experiencias previas de las personas así como de las asociaciones que realiza de la estimulación emocional con las situaciones en las que se le presenta.
2.Para el enfoque emotivo, las emociones producidas por la música se deben específicamente a las características propias de la música.
aunque también obviamente influyen el estado de ánimo de las mismas así como algunos factores externos como son el ambiente y las asociaciones previas que se hayan realizado.
La música ha sido muchas veces definida como el lenguaje de las emociones: Resulta un elemento facilitador de la comunicación y la expresión, especialmente en personas con alteraciones comunicativas. Se dan modificaciones a nivel del estado anímico en función de la música escuchada, como también de los potentes efectos a nivel de comunicación y expresión de sentimientos y emociones. Algunos de los efectos recogidos en este nivel serían:
  • Comunicación y expresión de estados emocionales.
  •  Promoción de la expresión de emociones profundas.
  • Modificación del estado de ánimo.
  • Evocación de emociones y sentimientos vinculados a situaciones.
Desde un punto de vista psicológico, es evidente la catarsis de emociones no expresadas verbalmente que produce la audición musical y cómo ésta puede producir cambios en la personalidad. La música puede ayudarnos a cambiar nuestro estado de ánimo, si lo deseamos. O por el contrario, atendiendo a como nos sentimos, podemos elegir escuchar una música que acompañe y sea coherente con nuestro estado de ánimo y nos permita completar la expresión emocional.
También se ha comprobado que tiene efectos sobre la ansiedad ya que la música estimulante incrementa la activación fisiológica y psicológica, aumentando las respuestas de preocupación y emocionalidad, mientras que la sedante disminuye dichas respuestas.
 La música es un medio de empatía por excelencia.  Cuando cantamos juntos la misma canción, vivimos dentro de la misma melodía, compartimos el centro tonal, articulamos la misma letra, avanzamos con el mismo ritmo momento a momento, sonido a sonido, a través de una continua percepción del otro, y de un continuo esfuerzo por mantenernos unidos y de ser uno con la experiencia. Mientras tanto, estamos recibiendo la misma retroalimentación al escucharnos a nosotros mismos; escuchamos los mismos sonidos y palabras mientras los cantamos; sentimos el mismo flujo y reflujo al dar forma a cada verso. Cuando la canción es triste, compartimos la tristeza, la vivimos juntos; cuando la canción es alegre, la celebramos juntos, compartimos la ocasión para alegrarnos. Nuestras acciones se sincronizan en el tiempo, nuestros cuerpos resuenan ante las mismas vibraciones, nuestra atención es atraída por el mismo centro, nuestras emociones se reflejan de uno al otro y, en la música que estamos haciendo, nuestros pensamientos son uno.
 musicoterapia gestalt

Música y Terapia Gestalt

Abordaremos la intervención terapéutica desde la música. Usaremos elementos del hecho musical como facilitador y acompañante de tus emociones, como vía del darte cuenta de lo que te sucede y como lo gestionas. Como reguladora organísmica que te facilite fluir y alcanzar al equilibrio, allí donde estés.  La profundización de la vivencia musical con plena consciencia como experiencia de plenitud e  integración .
Atención a cuerpo, mente y emociones :
-Conciencia del cuerpo como instrumento; graves, medios y agudos; timbre, tono y frecuencia.
-El cuerpo en la Meditación (posiciones: suelo, silla; respiraciones: nasal o masculina, bucal o femenina
-El ritmo y el sonido del Silencio, quietud.
-Música y desbloqueo de chakras.
-La música como vehículo del Viaje a través del cuerpo (Movimiento Espontáneo).
-Viajar a través de las músicas que acompañan las distintas emociones: Músicas de alegría, de tristeza, de sorpresa, de miedo, de ira y de disgusto, de compasión, Padre, Madre…
La Palabra, La canción,  la poesía.
-Color, forma, escritura.
-La Música como vehículo de Lo Sagrado.
-La música y el Carácter . Canciones que resuenan en los distintos eneatipos.