Cuando te descubres con el móvil en la mano, inconsciente, esperando que llegue algo que te mueva, que te levante… moviéndote compulsivamente por distintas app’s y redes sociales en búsqueda de tu nutriente emocional.. y te das cuenta que sucede muchas veces al día..
Cuando la información a la que accedes por tweeter, facebook, instagram, supera en cantidad e inmediatez tu capacidad de discernir, razonar , asimilar o degustar.. entonces la sobreinformación se convierte en algo tan denso, caótico, abrumador y pesado que podemos hablar de «basura » o «ruido» informacional. Tengo la sensación de dispersión y de agobio, y mi cuerpo, incapaz de sostener tanta carga mental, se autorregula en algo parecido a la insensibilización o anestesia. Veo muchas cosas, pero lo hago desde lejos, como observador, sin profundizar la experiencia.
Nuestros políticos, músicos, futbolistas tweetean, ¿o es su community manager? ¿podemos saber quien escribe? ¿Su grado de veracidad? ¿de conocimiento? Estamos desprotegidos ante la verdad, que más que nunca , en la red muestra sus múltiples y contradictorias aristas.. ?
Yo lo llamo verdad «dispersa» o «difusa». Quizá es que sea esa la esencia más pura del término «verdad» cuando se la deja campar libremente a sus anchas en un mundo tan heterogéneo de individualidades. A lo mejor es que en este momento tan importante de cambio en el mundo de la información me siento incómodo por estar mal acostumbrado a las referencias universales y «seguras»
..no deja de ser paradigmático que justamente la globalización nos acerque más a la individualización de la verdad.
Cuando la interacción entre personas se orienta cada vez más a las redes sociales, a tus grupos de whatsapp , ésta se vanaliza, y se hace superficial, masiva y automática.. y te das cuenta que muchas relaciones se sostienen en este frágil castillo de naipes.. podemos hablar de contacto «virtual» y «superficial». Cuando poco a poco se economiza el contacto físico, y éste se hace cada vez más incómodo e inseguro, y se substituye por la mensajería, es síntoma de que hay una tendencia al aislamiento o la conexión «virtual».
Cuando tus movimientos son predecibles, tanto que la Inteligencia artificial en la red , los banners cuando navegas, y la publicidad que recibes te van marcando los pasos de tus necesidades..podemos hablar de «asistencia» vital, guía «subliminal»..
Hazte un favor.. desconéctate un poco de la tecnología, úsala únicamente para lo que te sea práctico , y arriésgate a vivir desde tu propia esencia e individualidad. Sé valiente para vivir al margen del ruido de las redes sociales.. en realidad no te aportan nada más que angustia vital, y desvían tu energía y tu tiempo de tu precioso aquí y ahora.
Cuando te levantas cada mañana escuchando noticias sobre nuestra lamentable clase política, únicamente preocupada en las encuestas de intención de voto, inmersos en la corrupción, y manipulando con sus aspavientos airados las emociones de los que tienen voto pero ya carecen de voz y criterio..cuando el sistema democrático se convierte únicamente en un pulso de números y escaños , y deja de lado a las personas.. cuando la mentira, la irresponsabilidad y la acusación son las únicas herramientas de debate y discusión.. y no se busca arreglar los problemas, podemos hablar de «pseudo» democracia. El desencanto es tan grande con las instituciones políticas que vuelven a aflorar reactivamente posiciones extremistas y radicales que creíamos enterradas.
Y en este contexto, pregunto: ¿Es tan importante pelearnos por fronteras cuando se nos cae la piel a tiras en la propia esencia de nuestra personalidad, de nuestra sociedad? sin distinción de donde estemos. ¿Es este un problema real o una nueva manipulación emocional de facciones enfrentadas que lo usan de nuevo para su propio interés?
¿no sería ya el momento de replantear un nuevo sistema de organización socio-política y dejar de sostener a la pseudo democracia como ese «mal menor» al que nos agarramos por miedo a repetir otros patrones históricos más injustos y nocivos. La Democracia ha cumplido su papel y ya se ha quedado obsoleta, y se nota en el desencanto y frustración de las personas que ya no creemos en ella, al menos en su forma actual.
Por otro lado, cuando se derrumba otra de las instituciones más firmes, como la Iglesia, en un boom reciente de acusaciones de pederastia, y dejas de creer en todo.. y te das cuenta que todo es como un decorado al estilo «show de Truman».. podemos sentir que todo sistema humano está sostenido por personas frágiles , vulnerables y asustadas como tú..y podemos hablar de «vulnerabilidad» institucional.
La falta de referencias institucionales firmes en nuestro tiempo es un signo de crisis sistémica, que nos tambalea en nuestra confianza y seguridad, pero a su vez es la señal del «despertar» de la conciencia individual lo cual no deja de ser un necesario y doloroso camino a la libertad.
Paradójicamente a la indudable sensación de ganancia de libertad , el empoderamiento de la individualidad nos hace en realidad más vulnerables, al dejar de ser asistidos por una protección y un criterio global.
Es en este punto donde veo el gran riesgo del cambio social y tecnológico que se está produciendo: nos movemos errantes y desorientados entre ruido, basura, impulsividad, virtualidad, aislamiento, superficialidad y manipulación política y tecnológica.
Me preocupa el precio que estamos pagando en este proceso evolutivo : por un lado más libertad y conciencia individual, y por otro esta perceptible pérdida de calidad como seres humanos..